Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, analiza el estudio elaborado sobre el impacto económico de la COVID-19 en la empresa

29 julio 2020 Artículos
En colaboración con COGITI y FAEDPYME
El Consejo General de Economistas (CGE) y el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) presentaron el día 23 de junio, el estudio titulado "Impacto económico de la COVID-19 sobre la empresa", que han elaborado ambas organizaciones con la colaboración de Fundación para el Análisas Estratégico y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa (FAEDPYME), y que recoge información proveniente de una encuesta realizada a 1.225 empresas españolas, a 670 firmas y despachos profesionales de Economistas y 492 de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales.

En la presentación participaron Valentín Pich, presidente del CGE y Jose Antonio Galdón, presidente del COGITI, así como con los codirectores del Informe: Salvador Marín, presidente de la EFAA for SMEs y director de la Cátedra EC-CGE, Domingo García Pérez de Lema, de FAEDPYME; y Francisco Javier Martínez, vicepresidente de Economistas Contables (EC).

¿Cómo se ha gestado este informe?
Tradicionalmente hemos venido manteniendo una relación de colaboración muy positiva con el Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales (COGITI). En los inicios de la crisis, a finales de marzo, consideramos que sería muy útil trabajar conjuntamente en la realización de un estudio que recogiera la experiencia directa de empresas y profesionales durante esta crisis y facilitara información importante de cara a planificar las estrategias a seguir, tanto en el ámbito privado como en lo que se refiere a las políticas públicas. También queríamos conocer de primera mano el impacto de esta pandemia en los negocios y los cambios que esta situación ha generado en su quehacer diario y sus estrategias de futuro.

¿Cuáles son los objetivos de este informe?
Podemos hablar de un triple objetivo. Como he comentado, queríamos tener una imagen bastante precisa del impacto en el empleo, las ventas y otros indicadores que ha provocado la crisis del COVID-19. Por otra parte, observar si se han producido cambios significativos en la organización y modos de producción de la empresa como consecuencia, por ejemplo, de la implantación generalizada del teletrabajo. Finalmente, observar qué medidas en distintos ámbitos se consideran que son más relevantes para favorecer la salida de la crisis.

¿Qué importancia o representatividad le atribuye al estudio?
El estudio se ha articulado en torno a una encuesta realizada entre el 11 de mayo y el 4 de junio en la que se han recibido unas 2.400 respuestas, 1.225 procedentes de empresas, 670 de firmas y despachos profesionales de economistas y 492, de graduados e ingenieros técnicos industriales. Creemos que es una cifra bastante relevante que recoge además a empresas de diferentes tamaños, tipologías y sectores de toda España. Creemos que los resultados nos permiten obtener una radiografía bastante acertada del impacto de la crisis generada por el coronavirus en el empleo, las ventas y otros indicadores económicos y también conocer cuáles son las medidas más valoradas para favorecer la salida de la crisis. Por tanto, debe ser tenida en cuenta. Teletrabajo ¿Qué porcentaje de las empresas están realizando teletrabajo como consecuencia del COVID-19? ¿Qué porcentaje de la plantilla? Sí 34,7 No 65,3 % Plantilla Sí: 73,5% No: 26,5%

¿Cómo está estructurado?
El informe recoge las conclusiones que se han podido extraer a través de la encuesta realizada, con tres grandes apartados: el impacto económico, el impacto sobre la organización de la empresa y las medidas para favorecer la salida de la crisis. Se incluye también un apartado con conclusiones generales y, finalmente, dos anexos específicos referidos al impacto sobre las firmas y despachos profesionales de economistas y el impacto sobre las firmas y despachos profesionales de graduados e ingenieros técnicos industriales.

¿Cuáles son las principales conclusiones que destacaría?
En término generales, lo que más me ha llamado la atención es que debemos ir con mucho cuidado porque cualquier empresa o profesional, sea cual sea su situación laboral, tiene un cierto temor sobre esta nueva realidad, y la incertidumbre es la peor variable a la que se puede enfrentar una empresa porque limita enormemente los planes a medio y largo plazo. Pasando al contenido del informe, destacaría el impacto sobre el empleo. El 36,5% de las empresas que respondieron se habían acogido a un ERTE y de éstas se ha visto afectada en promedio el 72,7% de la plantilla. Según los resultados, el número medio de empleados antes de la crisis generada por la COVID-19 era de 43,5 y ahora ha disminuido a 37,8, en el momento de realizar la encuesta. Otro elemento que me ha llamado la atención ha sido la generalización del teletrabajo. Un 73,5% de las empresas encuestadas llevaron a cabo este tipo de prácticas y un 41,5% considera que en el futuro va a seguir utilizándolo.

¿Cómo se valoran las medidas aprobadas para salir de la crisis?
Hay un consenso general acerca de que los ERTEs han sido una medida correcta. Si hubiéramos sabido que la situación se iba a alargar tanto como lo ha hecho, se podrían haber introducido algunos cambios, pero, en general, lo que podíamos llamar como hibernación del empleo ha funcionado. La cuestión ahora es salir adecuadamente de esta situación, generando incentivos para volver a la actividad y el empleo. Por su parte, la cuestión financiera, siendo muy importante, no ha alcanzado el dramatismo de la crisis iniciada en 2008. Podíamos decir que nos ha cogido mejor que la otra vez, ya que muchas empresas estaban más capitalizadas ahora y han aprendido a vivir sin la necesidad de una ayuda externa de carácter financiero. Medidas como el aplazamiento de impuestos y de cuotas a la seguridad social introducen liquidez en el sistema, pero falta saber cómo se va a actuar respecto a estas cuestiones tras la crisis, porque, a fin de cuentas, se ha ido posponiendo la deuda.

¿Y qué se echa más en falta?
Destacaría que las empresas, además de solicitar mayoritariamente medidas normativas como la reducción de las cuotas a la Seguridad Social, la bajada de impuestos y la flexibilidad laboral, reclaman medidas estratégicas y de reactivación como pueden ser ayudas o planes para inversiones productivas, estímulo a los consumidores y a la digitalización, tanto en lo que se refiere a la oferta como a la demanda. Impacto económico: ventas % de empresas que estiman reducir ventas o no en 2020 como consecuencia de la crisis Sí: 88,3% No: 11,7%

¿Cuáles son las previsiones para el futuro más inmediato?
Observando los resultados del informe, creemos que seguimos viviendo en un clima de gran incertidumbre, como no puede ser de otro modo. Por ejemplo, las expectativas en generación de empleo no son muy favorables (un 35,6% considera que disminuirá el empleo, el 56% lo mantendrá y el 8,4% lo aumentará). Lógicamente, estas cifras son aún más negativas en lo que se refiere a las empresas que se han acogido a un ERTE. En otros conceptos como las ventas, las expectativas tampoco son muy favorables, sobre todo en lo que se refiere a microempresas. Por otra parte, existe también preocupación por variables como la falta de financiación o los impagos de los clientes, que pueden poner en peligro el futuro de la empresa.