Presente y futuro de la promoción inmobiliaria
De izquierda a derecha, José Manuel Martínez, subdirector general de
Olivares Consultores, Antonio Olmedo, presidente de la Federación de
Empresas Promotores de la Comunitat Valenciana, Juan José Enríquez,
decano presidente del Colegio de Economistas de Valencia, Rafael Codoñer, economista y consultor inmobiliario y Eugenio Martín, director de
Arquetipo.
El pasado 10 de junio el Colegio de Economistas de
Valencia organizó una mesa redonda para debatir un
tema candente tras la situación vivida estos meses: la
promoción inmobiliaria en la Comunitat Valenciana.
Un debate en el que se habló acerca del acceso a la
vivienda, el turismo residencial, reformas normativas,
la reconversión del sector y la visión de los asistentes
ante la situación actual.
Juan José Enríquez, decano del COEV fue quien presidió la mesa y contó con la participación de Antonio Olmedo, presidente de la Federación de Empresas Promotores de la Comunitat Valenciana; Rafael Codoñer, economista, consultor inmobiliario y José Manuel Martínez, subdirector General de Olivares Consultores.
La sesión comenzó centrándose en la cronología del sector: sobre lo devastadora que fue la crisis financiera del 2008, el gran esfuerzo que se había hecho entre 2017 y 2018 para salir a flote y recuperar un sector gravemente castigado y como en el 2020 fue otra vez golpeado por una crisis, esta vez sanitaria. De esta crisis de la que aún estamos saliendo, el sector inmobiliario no ha sido protagonista como sí lo fue en el 2008 siendo "de máxima importancia en lo económico y social por su incidencia en el empleo", destacó el decano del COEV.
Según José Manuel Martínez, subdirector general de Olivares Consultores, "el sector ha hecho los deberes y todo indica que con el crecimiento actual y la apertura del turismo y de las fronteras será estable, hay que ser optimistas, el profesional ha sabido hacer cosas, que nos dejen trabajar, que el mercado va a responder".
Sin embargo, durante la pandemia se han visto numerosos cambios por lo que la sociedad ha tenido necesidades distintas. Se ha impuesto la necesidad de terrazas en las viviendas, estudios para el teletrabajo, modificado el acceso y movilidad o, por ejemplo, se ha experimentado "un aumento espectacular en la demanda de unifamiliares en las áreas metropolitanas", destacó Rafael Codoñer, economista y consultor inmobiliario.
La obligación de digitalización por los meses pasados de aislamiento, ha contribuido y acompañado los cambios para que la tendencia de años atrás siga siendo positiva. También se acelera la creación de nuevos productos de vivienda en alquiler, build to rent, coliving y nuevos vehículos de inversión privada. "Se han mantenido las ventas y la capacidad recaudatoria con efectos positivos sobre el empleo. La situación es buena, incluso en el turismo residencial, pues gracias a la digitalización y la claridad de los productos la actividad comercializadora y económica se ha mantenido". expuso Antonio Olmedo, presidente de la Federación de Empresas Promotores de la Comunitat Valenciana.
Por tanto, tras una visión general ante el panorama que nos ha dejado la situación excepcional, los asistentes coincidían en lo mismo: el sector inmobiliario no se ha visto afectado significativamente, incluso se ha acelerado la venta, los precios están estables, incluso subiendo.
Juan José Enríquez, decano del COEV fue quien presidió la mesa y contó con la participación de Antonio Olmedo, presidente de la Federación de Empresas Promotores de la Comunitat Valenciana; Rafael Codoñer, economista, consultor inmobiliario y José Manuel Martínez, subdirector General de Olivares Consultores.
La sesión comenzó centrándose en la cronología del sector: sobre lo devastadora que fue la crisis financiera del 2008, el gran esfuerzo que se había hecho entre 2017 y 2018 para salir a flote y recuperar un sector gravemente castigado y como en el 2020 fue otra vez golpeado por una crisis, esta vez sanitaria. De esta crisis de la que aún estamos saliendo, el sector inmobiliario no ha sido protagonista como sí lo fue en el 2008 siendo "de máxima importancia en lo económico y social por su incidencia en el empleo", destacó el decano del COEV.
Según José Manuel Martínez, subdirector general de Olivares Consultores, "el sector ha hecho los deberes y todo indica que con el crecimiento actual y la apertura del turismo y de las fronteras será estable, hay que ser optimistas, el profesional ha sabido hacer cosas, que nos dejen trabajar, que el mercado va a responder".
Sin embargo, durante la pandemia se han visto numerosos cambios por lo que la sociedad ha tenido necesidades distintas. Se ha impuesto la necesidad de terrazas en las viviendas, estudios para el teletrabajo, modificado el acceso y movilidad o, por ejemplo, se ha experimentado "un aumento espectacular en la demanda de unifamiliares en las áreas metropolitanas", destacó Rafael Codoñer, economista y consultor inmobiliario.
La obligación de digitalización por los meses pasados de aislamiento, ha contribuido y acompañado los cambios para que la tendencia de años atrás siga siendo positiva. También se acelera la creación de nuevos productos de vivienda en alquiler, build to rent, coliving y nuevos vehículos de inversión privada. "Se han mantenido las ventas y la capacidad recaudatoria con efectos positivos sobre el empleo. La situación es buena, incluso en el turismo residencial, pues gracias a la digitalización y la claridad de los productos la actividad comercializadora y económica se ha mantenido". expuso Antonio Olmedo, presidente de la Federación de Empresas Promotores de la Comunitat Valenciana.
Por tanto, tras una visión general ante el panorama que nos ha dejado la situación excepcional, los asistentes coincidían en lo mismo: el sector inmobiliario no se ha visto afectado significativamente, incluso se ha acelerado la venta, los precios están estables, incluso subiendo.
