José Ortega, ex-decano del COEV y coordinador Informe COVID-19
Han
participado un total de 634 colegiados, una cifra mayor a la habitual para a
este tipo de consultas
¿Cómo ha surgido la iniciativa de realizar este estudio?
Por dos motivos principales. Primero, porque ante la crisis que se está produciendo en la economía española, como consecuencia de la pandemia y del confinamiento resultante, los efectos van a ser de una magnitud desconocida hasta el momento por nuestras generaciones, y los economistas debemos aportar análisis y posibles soluciones. El segundo, porque los economistas van a ser los profesionales que con mayor intensidad van a tener que dedicar su actividad profesional a la puesta en marcha y reconstrucción de la economía, bien como gerentes, bien como directores financieros, asesores fiscales, financieros, etc.
Por todo ello, la Junta de Gobierno del COEV tomó la decisión de organizar un grupo de expertos que elaborara un informe que pueda contribuir a cumplir estos objetivos y que han realizado un trabajo magnífico.
¿Cómo está organizado el estudio?
Está dividido en tres grandes apartados: un preámbulo titulado "La economía con el COVID-19", los resultados de una encuesta realizada entre los colegiados durante los días 5 a 15 de mayo de 2020 para valorar el impacto económico de la pandemia y el Estado de Alarma y una última parte compuesta por las aportaciones de nueve comisiones de trabajo del COEV en torno a esta cuestión.
¿Cuál ha sido el nivel de participación de los colegiados?
Han participado un total de 634 colegiados, una cifra mayor a la habitual para a este tipo de consultas, lo que demuestra el interés por dar su opinión sobre la crisis. Además, el 51% de los participantes son autónomos o empresarios y el 85% trabaja en microempresas o pymes que son, precisamente, las empresas que más están sufriendo los efectos de la crisis económica. Con ese perfil sus opiniones son, a la fuerza, muy indicativas de la situación que estamos viviendo.
¿Cuáles son los principales temas de la encuesta?
Se han realizado preguntas en torno a todas las grandes cuestiones relacionadas con la crisis generada por el COVID-19: la definición de los problemas más graves que se han creado, qué sectores han sido más afectados, la valoración de las medidas puestas en marcha por las di- versas administraciones, la propuesta de medidas que aún no se han tomado y una evaluación sobre la gestión del Gobierno.
¿Cómo han participado las comisiones de trabajo en este informe?
Las comisiones del COEV han hecho aportaciones muy importantes, cada una en su especialidad. Hay que resaltar que en esas comisiones se encuentran los profesionales más activos del colegio y con mayor experiencia. Sus aportaciones han sido, en unos casos, enumerando una serie de actuaciones que deben tener en cuenta las empresas para recobrar lo antes posible la normalidad y salir de la crisis, si es posible, reforzados. Generalmente tienen que ver con la gestión empresarial. En otros casos son medidas concretas que se le piden a las administraciones públicas para mejorar la posición de las empresas y el empleo, con especial énfasis en los autónomos y microempresas, nuestro más voluminoso tejido empresarial. La consigna en todo caso es que "ninguna empresa solvente debe cerrar".
Por dos motivos principales. Primero, porque ante la crisis que se está produciendo en la economía española, como consecuencia de la pandemia y del confinamiento resultante, los efectos van a ser de una magnitud desconocida hasta el momento por nuestras generaciones, y los economistas debemos aportar análisis y posibles soluciones. El segundo, porque los economistas van a ser los profesionales que con mayor intensidad van a tener que dedicar su actividad profesional a la puesta en marcha y reconstrucción de la economía, bien como gerentes, bien como directores financieros, asesores fiscales, financieros, etc.
Por todo ello, la Junta de Gobierno del COEV tomó la decisión de organizar un grupo de expertos que elaborara un informe que pueda contribuir a cumplir estos objetivos y que han realizado un trabajo magnífico.
¿Cómo está organizado el estudio?
Está dividido en tres grandes apartados: un preámbulo titulado "La economía con el COVID-19", los resultados de una encuesta realizada entre los colegiados durante los días 5 a 15 de mayo de 2020 para valorar el impacto económico de la pandemia y el Estado de Alarma y una última parte compuesta por las aportaciones de nueve comisiones de trabajo del COEV en torno a esta cuestión.
¿Cuál ha sido el nivel de participación de los colegiados?
Han participado un total de 634 colegiados, una cifra mayor a la habitual para a este tipo de consultas, lo que demuestra el interés por dar su opinión sobre la crisis. Además, el 51% de los participantes son autónomos o empresarios y el 85% trabaja en microempresas o pymes que son, precisamente, las empresas que más están sufriendo los efectos de la crisis económica. Con ese perfil sus opiniones son, a la fuerza, muy indicativas de la situación que estamos viviendo.
¿Cuáles son los principales temas de la encuesta?
Se han realizado preguntas en torno a todas las grandes cuestiones relacionadas con la crisis generada por el COVID-19: la definición de los problemas más graves que se han creado, qué sectores han sido más afectados, la valoración de las medidas puestas en marcha por las di- versas administraciones, la propuesta de medidas que aún no se han tomado y una evaluación sobre la gestión del Gobierno.
¿Cómo han participado las comisiones de trabajo en este informe?
Las comisiones del COEV han hecho aportaciones muy importantes, cada una en su especialidad. Hay que resaltar que en esas comisiones se encuentran los profesionales más activos del colegio y con mayor experiencia. Sus aportaciones han sido, en unos casos, enumerando una serie de actuaciones que deben tener en cuenta las empresas para recobrar lo antes posible la normalidad y salir de la crisis, si es posible, reforzados. Generalmente tienen que ver con la gestión empresarial. En otros casos son medidas concretas que se le piden a las administraciones públicas para mejorar la posición de las empresas y el empleo, con especial énfasis en los autónomos y microempresas, nuestro más voluminoso tejido empresarial. La consigna en todo caso es que "ninguna empresa solvente debe cerrar".
