Informe de la Competitividad Regional en España 2018

26 diciembre 2018 Artículos

En la sede del Consejo General de Economistas de España se ha presentado, el pasado 18 de diciembre, el segundo Informe de la Competitividad Regional en España 2018editado por el citado Consejo y que ha contado con el patrocinio de Banco Sabadell, en el que sus autores -un equipo de investigadores de la Universidad de Murcia- han identificado, por una parte, los ámbitos de la economía en los que existen ventajas o deficiencias a nivel regional -con la finalidad de detectar oportunidades que fortalezcan la productividad empresarial y el bienestar de los ciudadanos, así como el crecimiento económico y la generación de empleo- y, por otra, han analizado las deficiencias estructurales de la competitividad regional y observado las tendencias y cambios experimentados en los diferentes ejes de competitividad, constituyendo una herramienta útil para la toma de decisiones en el ámbito de la política económica. En la mesa presidencial han estado presentes, Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas y del Consejo Consultivo del ICREG, Pascual Fernández, vicepresidente del Consejo General de Economistas, Ramón Madrid, decano del Colegio de Economistas de Murcia y secretario del Consejo Consultivo del ICREG, Patricio Rosas, coordinador del Informe, y José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del Informe.

El diagnóstico recogido en el informe se realiza a partir de los resultados del Índice de Competitividad Regional (ICREG) que se ha elaborado para las 17 Comunidades Autónomas a partir de 53 variables o indicadores estructurados en torno a siete ejes competitivos que permiten identificar las fortalezas y debilidades competitivas: entorno económico, capital humano, mercado de trabajo, entorno institucional, infraestructuras básicas, entorno empresarial e innovación. Como novedad, el Informe incorpora una ficha por Comunidad Autónoma que indica su perfil competitivo.

El Informe pone especial énfasis en la necesidad de actuar sobre los factores que estructuralmente lastran la competitividad de las CCAA, como es, por un lado, la baja productividad (sólo País Vasco, Comunidad de Madrid y Navarra presentan niveles de productividad superiores al promedio de la UE-28), debida, entre otras causas, al reducido tamaño medio de las empresas, la insuficiente inversión en innovación tecnológica y la inadecuada cualificación del capital humano, y, por otro, la dispar especialización de las economías regionales en términos de capacidad comercial, tecnológica y sectorial de las empresas.

Los resultados del Informe ponen de manifiesto que los indicadores referidos a deuda pública, formación continua, tasa de actividad, dinamismo emprendedor, tasa de temporalidad o concesión de patentes son los que se deterioran en un mayor número de CCAA. Entre las variables o indicadores que no empeoran en ninguna de las 17 Comunidades en 2017, destacan PIB por habitante, tasa de paro, desempleo de larga duración, población con nivel educativo alto y peso de los sectores sofisticados. Así mismo, según el Informe, el dinamismo y la importancia relativa en sus respectivos ejes, tasa de paro, PIB por habitante y déficit público son las variables con una contribución positiva más elevada al crecimiento del ICREG en 2017.

El previsible cambio de contexto y la actual incertidumbre política y económica hacen necesario continuar trabajando en los factores que incrementan la competitividad de las regiones, ya que -como ha señalado el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, durante la presentación del Informe- "este índice constituye un punto de partida más para la que debe ser asignatura obligatoria en la política económica regional, a saber, la elaboración de agendas autonómicas para la competitividad. En concreto, el índice facilita el diagnóstico, seguimiento y evaluación de las medidas propuestas".

Según Pich, "conocer el punto de partida es de vital relevancia para afrontar los retos económicos que pueden presentarse ante un escenario incierto que apunta a una desaceleración económica derivada de los precios de las materias primas, la normalización de la política monetaria europea, las medidas proteccionistas para el comercio internacional, los términos finales de la resolución del Brexit, y otras de orden social como la crisis migratoria, los niveles de pobreza y el medio ambiente".

 Informe CGE Competitividad Regional en España 2018 (CGE diciembre 2018)