Ignacio Aliño: "A las pymes no se les puede apretar más"
Ignacio Aliño, fundador y propietario de El Alto, es economista colegiado y empresario influyente en
los círculos de ámbito valenciano de la hostelería. Además, es miembro de la Junta de la Federación
de Empresas de Hostelería de Valencia. Aliño se distingue por su carácter emprendedor y su espíritu
renovador incluso en tiempos difíciles para el sector. difíciles para el sector.
¿Cuál ha sido aproximadamente el
impacto económico del Covid-19 en el
sector de la hostelería?
La verdad es que el sector de la hostelería
tiene varios parámetros que contemplar en este
sentido. Hay variaciones en la estacionalidad,
especificaciones de cada subsector y luego es
importante analizar la localización. Estas variaciones
cambian mucho el resultado del impacto. Sin
embargo, en líneas generales, la hostelería, en
la medida en la que se trata de una actividad de
pública concurrencia, se ha visto afectada en una
"A las
pymes
no se les
puede
apretar
más"
Ignacio Aliño:
bajada media cercana al 75% en el conjunto del
ejercicio de 2020 respecto al año anterior.
Concretando más, hay subsectores como el de
los banquetes y catering, al cual represento más
específicamente, que se consideraban aventajados
porque se estaban produciendo más aplazamientos
que cancelaciones, pero finalmente, la necesidad
de antelación para su realización en un entorno
de incertidumbre sanitaria y económica, ha traído
como consecuencia un descenso del subsector
por encima de la media. Aun así, los casos son muy
dispares y atienden a muchos factores.
En este momento, ¿las estrategias
financieras son clave para poder
sobrevivir al COVID?
Absolutamente. Una de las principales
medidas que se articularon por parte del Estado
fueron los famosos ICOs. Creo que hay mucho que
hacer en cuanto a la ampliación y a un cambio
de condiciones, fundamentalmente un aumento
de los plazos de carencia y de amortización, que
inicialmente se situaba en un 1+4. Considero que la
anticipación en la solución económico-financiera
de la crisis que están viviendo nuestras empresas
es muy importante y tiene que venir autorizada por
parte del ICO que es un órgano estatal.
En este sentido, yo aventuro a apostar por un
2+8 debido a que los ICOs se pensaron para unos
cierres en torno a los 3 o 4 meses de la actividad
y en este momento estamos en una situación
en la que todos los dirigentes empresariales y
economistas en España contamos con que la crisis
sanitaria durará como mínimo un año. Esto exige
una corrección de estos instrumentos de apoyo
financiero que dan los ICOs, dirigida sobre todo a
una ampliación de cuantías de la financiación para
empresas que lo necesitan y, especialmente, a las
que no llegaron a los máximos que establecía la
legislación. Debería, en definitiva, contemplarse
la posibilidad de simplificar y casi automatizar la
extensión opcional de los 3 parámetros: carencia,
plazo y cuantía.
¿Cuáles son las previsiones? ¿Se prevé
una recuperación a corto plazo o va a
ser más a largo plazo?
De cara a 2021, como se espera en cuanto a la
evolución económica general, habrá un crecimiento
de la actividad en comparación con 2020, año en
que la caída general va a ser considerable. Muy
particularmente, uno de los subsectores de la
hostelería con mayor caída del sector hostelero, el
de banquetes y eventos, conocerá un muy especial
crecimiento este año que viene. Esto se debe a que
en nuestras carteras de reservas apreciamos como
se nos añade a normal inercia comercial de cada
año, el aplazamiento por causa del Covid19 de las
celebraciones que iban a tener lugar en 2020. Pero
esa travesía hacia la recuperación de los sectores
más afectados, deberá ir acompañada de medidas
gubernamentales de ayuda directa como las que
se han puesto en práctica desde el pasado mes
de marzo por parte de la totalidad de gobiernos
del resto de Europa. Se necesita para ellos o bien
condonaciones directas de impuestos y tributos,
(siempre que las empresas puedan acreditar
determinados niveles de caída interanual de las
ventas) o, como mínimo, la facultad de aplazarlos
a tipos de interés iguales o cercanos al 0%, en 2 o
3 años. A las pymes no se les puede apretar más.
Hay que animar al tejido productivo y esto es
principalmente responsabilidad del Gobierno y del
resto de Administraciones.
¿Hacia qué tendencias camina el sector
para combatir la crisis que estamos
experimentando?
Yo tiendo a pensar que cuando el virus remita,
se recuperarán progresivamente las costumbres.
En lo que se refiere a espacios, está claro que
los clientes buscan que sean más abiertos y esto
confronta directamente con la llegada del invierno.
Por otro lado, la Administración tiene que
plantear una legislación adecuada, simple y
previsible en todo lo que afecta a esta situación
excepcionalmente complicada para muchos
sectores. Pensando en los ERTES, se debe evitar
que se prorroguen el último día, como ha venido
sucediendo en los últimos meses. Esto genera un
coste añadido en las empresas por la imposibilidad
de planificar plantillas y muchas otras acciones de
gestión. En este sentido, las autoridades deben
actuar, en mi opinión, con muchísima anticipación
y llegar a un acuerdo con los agentes sociales lo
antes posible. Necesitamos certidumbre y ayuda en
lo financiero, como decíamos antes, pero también
en lo legislativo, tanto en materia laboral, como en
el ámbito fiscal.