"En una empresa, familiar o no, el profesional debe ocupar el puesto que le corresponde según su capacidad y formación"

21 diciembre 2018 Artículos

Rafael Juan, consejero delegado de Dulcesol

Dulcesol es un ejemplo de empresa familiar que ha incorporado un modelo muy profesionalizado de gestión. ¿En qué se ha basado fundamentalmente?

Para evitar la famosa frase de que la primera generación crea la empresa, la segunda la levanta y la tercera la hunde, creamos hace once años un consejo de administración con la participación de varios consejeros externos con el fin de profesionalizar la gestión y que sea la persona más capaz la que ocupe la función precisa. Precisamente, los miembros de la familia que participan en la gestión de la empresa deben dar ejemplo de gestión. En una empresa, sea familiar o no, el profesional debe ocupar el puesto que le corresponde según sus capacidades y formación.

¿Cuáles son los principales cambios que ha experimentado Grupo Dulcesol en los últimos 10 años?

Vivimos desde hace ya algunos años en un entorno complejo, ambiguo e incierto. El mercado ha cambiado mucho y nuestro sector, la bollería y la pastelería, no ha dejado de tener ocasionalmente mala imagen, lo que nos ha llevado a escuchar cada vez más la voz de los consumidores que nos demandan productos cada vez más saludables. Todo ello nos ha conducido a dar la vuelta a nuestro portfolio con el fin de hacer productos más saludables desarrollando nuevas categorías. Además, hemos emprendido la internacionalización de nuestra empresa y nos hemos tenido que adaptar a nuevos mercados y tipos de consumidores. Para adaptarnos a todos estos cambios hemos tenido que flexibilizar la estructura de nuestra empresa.

¿Por donde pasan los planes de expansión del Grupo Dulcesol en los próximos años?

Depender sólo de un mercado es jugártelo todo a una carta. Por ello, es necesario contar con una presencia significativa en otros mercados. En 2007 realizamos un cambio de estrategia y vimos que la internacionalización era una oportunidad enorme que se nos abría. El resultado es que hoy tenemos estructura en otros países como Argelia con una planta de producción propia, Francia, Marruecos, Portugal, Reino Unido...Lo que pretendemos es que el futuro de nuestra empresa no dependa de un solo país. El porcentaje de la facturación exterior se sitúa hoy en torno al 18% y la intención es que llegue a ser claramente mayoritario.

¿Qué opina acerca de la influencia de las redes sociales en un sector como el suyo? ¿Han afectado a los hábitos de compra de los consumidores?

El impacto de las redes sociales es enorme en los hábitos de consumo. El boca a oreja se ha convertido en la recomendación que efectúa el consumidor a través de páginas web y redes sociales. Esto afecta a todos los sectores, no sólo a la alimentación, pero sí que es cierto que este sector es especialmente sensible. Un mal comentario en las redes sociales puede afectar mucho a una marca y durante los últimos tiempos hemos tenido muchos ejemplos. Nosotros intentamos escuchar al máximo, tener cuantos más oídos mejor y, personalmente, procuro estar presente en las redes para poder interactuar con los consumidores pero también con los propios empleados de la empresa.