El Foro Financiero analiza la SGR como instrumento de financiación de las pymes (COPIA)

25 febrero 2019 Artículos
Fernando Balsameda, director de Negocio de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunidad Valenciana, habló de los retos de esta entidad
El Foro Financiero del Colegio invitó el pasado 13 de enero a Fernando Balmaseda, director de Negocio de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunidad Valenciana (http://www.sgr.es/), para hablar de esta entidad financiera constituida en 1981 para "facilitar a las empresas valencianas el acceso a la financiación en las mejores condiciones posibles".

Tras unos años en los que varió su función primigenia (avalar a pequeñas empresas y profesionales autónomos), ampliando su cartera de servicios y aceptando trabajar para empresas de mayor dimensión, en esta nueva etapa está buscando recuperar su posición original en el sector financiero valenciano. Balmaseda reconoció que la SGR "ha vuelto a sus orígenes" después de "haber perdido un poco su horizonte". Hoy en día, el único servicio que ofrece es la concesión de avales a autónomos, microempresas y pequeñas empresas. Busca el "hueco en el mercado" que deja la banca, que en estos momentos básicamente sólo opera con empresas grandes y medianas.

Por norma, la entidad sólo concede avales respaldados por un reaval de CERSA (Compañia Española de Reafianzamiento). Con este criterio, las actividades de construcción y promoción inmobiliaria se quedan fuera de su actividad. Además, se ha "autoexigido unas medidas de control" según las cuales sólo avala operaciones de inversión de hasta 300.000 euros a diez años, y de circulante, hasta 100.000 euros a cinco años.

La principal ventaja de los avales de la SGR es facilitar la obtención de financiación a negocios que difícilmente podrían obtenerla de otro modo; más todavía en estos momentos, en los que se han endurecido las condiciones para las empresas con menos calidad crediticia. Por parte de las entidades bancarias, éstas pueden financiar operaciones, avaladas por la SGR, con menor consumo de recursos propios y sin que compute cuota Cirbe.

A través de estos avales, las empresas acceden no sólo a la financiación bancaria, principalmente microcréditos y créditos ICO, sino también a operaciones de aplazamientos de pago y de comerciales dinerarios y a líneas de crédito de organismos oficiales (IVACE, Segittur, CDTI, Reindus...). Balsameda afirmó que el incremento de la morosidad ha servido para que estos organismos exijan más avales. "En estos casos, somos competitivos porque el coste del precio del aval, en torno al 1,5% anual, es más ventajoso que lo que están cobrando las entidades bancarias, un 0,75% trimestral aproximadamente. Tenemos bastantes peticiones de avales para este tipo de líneas".

La SGR cobra unas comisiones de estudio de entre el 0,5% y 0,75%, unas comisiones de aval de entre un 1% y un 2% (en función de la calificación crediticia, del destino y del plazo) y una disolución del capital social de entre el 4% y el 8%. La aceptación de un aval, previa al estudio de viabilidad, tarda de tres a cinco días, mientras que para la aceptación definitiva hay que esperar en torno a tres semanas.

"Si hay algo que defina la profesión de economista, es la verificación de la realidad de cara a tomar las mejores medidas de gestión, así como la utilización eficiente de todos los instrumentos de financiación de que se dispone. En este sentido, la SGR de la Comunidad Valenciana ha sido una herramienta muy importante para articular el acceso a la financiación de empresas de todo tipo", valoró Antonio Paños, tesorero del COEV, en la presentación del acto.

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