El COEV entrega a Tobías Martínez Gimeno el reconocimiento como Directivo del año
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El
Colegio de Economistas de Valencia distinguió ayer al empresario Tobías
Martínez Gimeno como directivo del año por el trabajo que ha realizado
dirigiendo e impulsando el crecimiento de Cellnex "mediante una estrategia de
adquisiciones e internacionalización que le ha llevado a tener más de 117.000
torres de telefonía en 12 países europeos y facturar en torno a 3.500 millones
de euros. Durante su liderazgo, la empresa ha incrementado su valor desde los
2.235 millones de euros en mayo de 2015, momento en el que salió a bolsa hasta
los actuales 25.300 millones de euros formando parte del Ibex35", según señaló
el Secretario de la Junta de Gobierno, Francisco Marín.
Este reconocimiento impulsado por el COEV, galardonó en su primera edición a José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y de BFA y en la segunda Fuencisla Cremares, directora general de Google en España y Portugal, tal y como recordó durante su parlamento el Decano, Juan José Enríquez.
El Decano del COEV, durante su parlamento recordó que la euro zona se estancó en el último trimestre de 2022 y que las previsiones para 2023, "apuntan a un tímido 0,9 de crecimiento, un 0,1 en el caso de Alemania y un 1,6 en España. Un año como se ve con muchas incógnitas por resolver y por ello, con enormes incertidumbres", pero puntualizó que "las incertidumbres, las amenazas, las fortalezas y las debilidades, son algo consustancial a la actividad económica. Lo que es nuevo es la velocidad de ese permanente cambio y ahí es donde más necesarios son los líderes. Personas que son capaces de anticipar los cambios, luchar contra las dificultades y enfrentar nuevos retos. Sin duda, el capital para las empresas es necesario, pero no podemos olvidar que las ideas las tienen las personas, y son ellas, las que las desarrollan y las llevan a éxito".
"La excelencia empresarial radica en la de sus miembros, de sus equipos no hay empresas excelentes sin líderes excelentes, como son nuestros premiados de años anteriores y es el premiado hoy, Tobías Martínez Gimeno" señaló el Decano, y recordó que bajo sus directrices, Cellnex ha logrado convertirse en el principal operador neutro europeo de infraestructuras de telecomunicaciones, al tiempo que defendía y trabajaba en pos de una regulación paneuropea y en la defensa del valor de 5G tanto para potenciar actividades como la telemedicina y la robótica como para la vertebración del territorio.
Juan José Enriquez también puso de relevancia la vertiente social de Cellnex impulsada por Martínez Gimeno, entre las que destaca la puesta en marcha en 2021 de la Cellnex foundation, enfocada a cubrir la brecha digital.
Posteriormente, y tras recibir el galardón de Directivo del Año del Colegio de Economistas, Tobías Martínez Gimeno pronunció la ponencia "Momentos de Liderazgo: Lecciones aprendidas", donde realizó un recorrido reflexivo por toda su trayectoria profesional que dividió en tres etapas: emprender, gestionar y síntesis y visión estratégica.
Martínez Giménez señaló que aunque era un estudiante brillante de Telecomunicaciones, decidió abandonar sus estudios y emprender porque tenia la necesidad de crear su propia empresa porque existía una gran demanda. Así en 1981 fundó, con tres socios más, Datapro y siguió aprendiendo, yendo incluso de oyente a la Facultad de Económicas, porque "comprobé que los conocimientos que me daba la Universidad, basados en el dominio de la tecnología, eran inadecuados o insuficientes para lo que tuve que asumir desde el principio, como es la gestión de empresa, la financiación o la mercadotecnia".
De esta etapa aseguró que adquirió "la convicción de que tú puedes progresar de dos formas en tu vida profesional: por el conocimiento teórico que has adquirido o por la experiencia. Cuando fui emprendedor, aprendí por acción-reacción. Hoy es imprescindible dominar esa complejidad para hacer planes de negocio".
En la segunda etapa, optó por trabajar para terceros y se incorporó en 1993 a una multinacional de servicios de consultoría de matriz francesa hasta el año 2000. "Ahí descubrí un mundo distinto de gestión, muy enriquecedora. Aprendí, sobre todo, lo que es la gestión de equipos. Trabajé con suecos, franceses, ingleses y otros profesionales procedentes del resto de la UE" y lo que le queda de aquella etapa afirmó que es "el rigor en los procesos de decisión son los que marcan la cultura en una empresa multinacional".
Respecto a su tercera etapa, tiene sus orígenes a partir del 2000, cuando Lluis Deulofeu, ingeniero de telecomunicaciones y a la sazón directivo de Acesa -que más tarde sería el origen de Abertis? le explicó que querían desarrollar una división menor de la compañía, las infraestructuras de las telecomunicaciones. "Hace ya 20 años de aquella conversación, y hoy es fácil establecer una relación, un nexo común, entre infraestructuras de transporte por carretera y las de telecomunicaciones por antena, porque en ambos casos hablamos de autopistas que transportan o bien vehículos o bien bits de información. Entonces no era el caso", indicó.
De este modo, fue el primer directivo de Acesa Telecom, más tarde Abertis Telecom, "pero es entonces, cuando crees que ya lo has visto todo y estás en fase de maduración acomodada, cuando surge la necesidad de recuperar la emprendeduría". Es entonces cuando decide implicarse en el lanzamiento de Cellnex, de manera que pasa de una empresa que en el año 2000 solo actuaba en Catalunya, filial de un gran grupo concesionario de autopistas y centrada en un único negocio, a una empresa que "tomó conciencia de sus capacidades para reinventarse en un nuevo proyecto más diversificado en negocio y en países. Teníamos una visión y sentíamos que la podíamos realizar".
Cellnex, relató, "se gestó en el seno de Abertis y cuando llegamos a la decisión clave, la de salir a bolsa y ganarnos nuestra capacidad para crecer por nuestros medios y con nuestras capacidades, fue el entonces consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés, quien en 2014 nos aportó su comprensión y apoyo".
La salida a bolsa en mayo 2015, superó con creces sus expectativas, y "pasamos de 3.000 millones de capitalización de mercado, en aquel momento, a los 26.000 millones en los que estamos actualmente. Cuando miras atrás parece fácil, pero no lo fue, porque además, en paralelo realizamos una operación de adquisición en Italia". En este sentido, señaló que en Italia se pusieron a la venta 7.500 torres, "pero allí no éramos nadie, y por delante teníamos operadoras de todo el mundo mucho más ponentes, pero yo estaba convencido de que podíamos competir y al final lo conseguimos. Cerramos Italia y en paralelo salimos a bolsa".
A partir de ahí, "se produce un escenario macroeconómico ideal donde los tipos de interés eran negativos. Crecíamos al 25% cada año, y en siete años pasamos de estar en un país a estar en 12". Este año, "la previsión es facturar 4.000 millones de euros" y ", somos el líder europeo con enorme diferencia. Hemos pasado de facturar 400 millones en 2015 a 4.000 este año".
Martínez Gimeno señaló que tienen 3.000 empleados, porque son una compañía intensiva en capital que ha invertido 38.000 millones de euros y ha realizado tres ampliaciones de capital en 20 meses, donde han levantado 15.000 millones de euros, y donde han realizado un crecimiento donde se ha combinado un 50% de deuda con un 50% de capital; pero en cualquier caso, para Tobías Martínez Gimeno, la satisfacción no estriba en "poner banderitas en un mapa, sino en hacer proyectos que sean sostenibles que puedan seguir creciendo y que tengamos un cuota de crecimiento importante en estos países".
Asegura, que no sabe qué hará a partir de junio cuando deje de estar al frente de las funciones ejecutivas de Cellnex, pero que no se retira "porque uno nunca se retira" y afirma que esto se basa sobre todo porque "he disfrutado cada segundo de los que he convivido con mis compañeros de viaje".