El COEV celebra el Día del Economista 2018 con la presencia de José María Gay de Liébana

12 noviembre 2018 Artículos

Con la entrega de diplomas a nuevos colegiados y el homenaje a quienes cumplen 25 y 50 años de colegiación

El Colegio de Economistas de Valencia (COEV) ha celebró la segunda edición del Día del Economista, el evento corporativo más importante del año, en el Paraninfo de la Universitat de València, con la presencia de más de 300 invitados y representantes de instituciones, entidades universitarias y corporaciones profesionales.

En el evento se dio la bienvenida a los nuevos graduados que se han incorporado recientemente al COEV y se homenajeó con una mención honorífica a los economistas que cumplen 25 años de colegiación. Especialmente significativo fue el homenaje a Luis Ignacio Marchesi, que celebra sus 50 años de pertenencia al colegio.

En su discurso de bienvenida, Juan José Enríquez, decano del COEV, revisó los principales acontecimientos que tuvieron lugar en 1968 y 1993, cuando se colegiaron los homenajeados en el acto. Felicitó a los distinguidos y les agradeció su fidelidad y compromiso durante todo este tiempo señalando que "personas como ellos hacen que nos sentamos especialmente orgullosos de nuestra profesión, pero también nos confieren una enorme responsabilidad para seguir adelanté con nuestro trabajo". También tuvo una mención especial para Luis Ignacio Marchesi, que conmemora su 50 aniversario de pertenencia al Colegio y que fue el conferenciante invitado del acto del año anterior.

Respecto a los nuevos colegiados, destacó que "se incorporan a un mercado de trabajo totalmente distinto e inmerso en una transformación constante" con la importancia creciente de elementos como las nuevas tecnologías y la digitalización. Sin embargo, apuntó que hay cosas que no cambian "como la colaboración entre economistas, unidos en su Colegio, que sigue aportando valor a todos y cada uno de ellos y a la sociedad a la que sirven".

Por su parte, el economista José María Gay de Liébana, invitado especial, ofreció una conferencia con el título "Analizando el momento actual de la economía española" en la que incidió en los principales problemas a los que debemos hacer frente actualmente como una deuda desmedida, una alta tasa de paro que se ha convertido en crónica y el bajo peso de la inversión en I+D.

Inició su intervención destacando que España es actualmente la decimotercera potencia económica del mundo, pero ha perdido peso en los últimos años ya que en 2007 ocupaba el octavo puesto. Respecto al panorama internacional, señaló que "nos encontramos en una situación de incertidumbre" ya que hemos pasado de un crecimiento sincronizado entre todas las economías a un contexto en el que los países emergentes van a crecer a un ritmo mucho mayor que los países avanzados. Además, se debe hacer frente a una serie de amenazas como son "la guerra comercial, los extremismos y populismos, el precio del petróleo y unos mercados financieros donde vuelve la volatilidad".

En el caso español, lo más importante es que la economía ha ido creciendo "a golpe de deuda" y además, a diferencia de lo ocurrido en épocas anteriores, ya no se puede apelar a recetas como las políticas monetarias expansivas. La deuda pública alcanza el 98% del PIB y puede llegar al 100% lo que supondría una "sacudida sísmica" para la economía. En este sentido, señaló que la economía española se ha recuperado "pero a pesar de la administración pública" ya que mientras las empresas han hecho un gran esfuerzo para reducir su deuda en los últimos años, esto no se ha trasladado al ámbito público.

Un problema inherente a la economía española es la falta de inversión en I+D que ha comparado con otros países. España destina un 1,19% de su PIB (13.307 millones de euros) a I+D frente a otros países como Corea del Sur que dedica un 4,29%; China, con un 3,3% o Alemania, con un 3%. Es decir, no hay una apuesta decidida por la innovación. Pero no es el único problema que hace a España poco competitiva y ha citado "la rigidez del mercado labora, la carga fiscal sobre las empresas y la inflación legislativa".

Otro aspecto negativo es la tasa de paro que ha definido como "una hemorragia crónica" que no hay manera de arreglar. Además, mientras el PIB ha crecido en los últimos diez años, el número de personas trabajando a tiempo completo ha pasado de 19.812.000 personas en 2007 a 17.951.000 personas en 2017. Es decir, se produce más con menos empleo. Gay de Liébana considera que "no hay una formación adecuada" ya que existe un gran desajuste entre los estudios y el mercado productivo y ha advertido que la situación puede empeorar a causa de la robotización.

Igualmente destacó que es necesario cuestionar el modelo productivo español, donde el peso de la industria es cada vez menor sobre el PIB. En este sentido, cuestionó que se afirma que se apuesta por los emprendedores y las startups cuando medidas como el impuesto sobre las empresas tecnológicas, la conocida como tasa Google, puede conllevar a una inevitable "deslocalización" y, de aprobarse los Presupuestos, las empresas españolas serán las que soporten una mayor carga fiscal en toda Europa.

Finalmente, el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentí Pich, cerró el Acto destacando que una de las funciones del economista debe ser crear condiciones para que "nuestros políticos hagan lo que tienen que hacer" y la sociedad conozca los retos que deben asumirse para crear riqueza. Pero también, es necesario para el economista "advertir los riesgos" que puede tener para la economía, y por tanto, para el bienestar de la sociedad, no llevar a cabo las acciones necesarias.

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